Nuestro cerebro es el portador de la inteligencia, esta se encuentra en todos los puntos de la masa cerebral y utiliza a cada momentos partes del cerebro para realizar sus funciones. El cerebro está dividido en dos mitades o hemisferios, el izquierdo que es el encargado de la lógica, el razonamiento y las habilidades cognoscitivas y analíticas como el lenguaje y las matemáticas; y el derecho que es el responsable del desarrollo artístico, la música, los sonidos no verbales, las emociones y el pensamiento intuitivo.
Al nacer el bebé aún no ha completado su desarrollo cerebral, la estructura más inmadura que posee es su sistema nervioso, sus neuronas no han alcanzado su total desarrollo y sus hemisferios aún no entran en funcionamiento; aquí donde se hace importante mencionar que la estimulación temprana y adecuada ayuda a desarrollar el potencial que el niño tiene al nacer y a su vez a potenciar la capacidad de aprendizaje.
ya que toda la información que llega al cerebro se percibe primero por los sentidos, es importante la implementación de estrategias de estimulación:
VISUAL: ej. realizar actividades de fijación de la mirada.
AUDITIVA: ej. relación de sonidos con experiencias previas.
TÁCTIL: ej. percepción de texturas.
GUSTATIVA: ej. degustación de sabores.
OLFATIVA: ej. utilizar esencias o perfumes, que sirven como evocadores de recuerdos.
Por ello todo lo que vea, escuche, toque o sienta es de suma importancia para determinar como crece y el tipo de conexión que hará a nivel neurosensorial; recordemos que a mayor conexiones neuronales más rico es el cerebro.
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